Anoche no dormí por tanto sexo bestial

Así es, literalmente, anoche fue una noche dura, llena de gruñidos, notas altas, gemidos y maullidos. Exacto, maullidos, el pedo con todo esto es que las mascotes de los vecinos nos deleitaron con una zoo-sinfonía de erotismo sin igual, iniciando por los gatos de al lado (me refiero a las mascotas, aunque los vecinos aquellos tampoco me caen muy bien) decidieron ponerle jorge al chamaco, que anque dicen que el organillo del misifús no mide más de dos centimetros no sé quien les manda hacer tanto pinche escándalo. Cuando todo parecía llegar a su fin, nos resulta derrepente que los chihuahuas del vecino de atrás (que son dos) se pusieron de voyeuristas y la inspiración se les contagió y pues entre gruñidos, ladridos y gemidos se dieron pa' las tunas con todo lo que podían.

Para no quedar mal, el también chihuahueño del otro vecino (el del otro lado) se puso a gritarles que no fueran inmorales y que se buscaran un motel o una estancia canina cuando menos, que nosotros no somos quienes para aguantarles sus calenturas y que vayan a chingar a su perra madre. Que buena voluntad, pero que lastima que el pinche chaparro ese sólo sabe ladrar y no hablar.

Yo no sé como logré dormir despues de una chance de silencio, pero no sabía que más esperar. ¿Los patos del vecino de enfrente? ¿Las iguanas de los de la 24? ¿El pez dorado de los Gutierrez en un arranque de placer individual?

Por favor, si tienen mascotas, crucenlas cuando sea prudente, o cástrenlas mejor, que la sobrepoblación también le concierne a los animales.

Mats (para variar)
21-05

PD: mañana Indiana Jones, ya tengo mis boletos (que geek)

Volver

Al pasado que se le puede hacer; recordar no es lo más sano siempre, bien dicen que recordar es volver a vivir, pero para qué volver a vivir si no se puede cambiar nada. El recuerdo es una lección y un escondite, grandes herramientas, aunque personalmente para la segunda prefiero soñar despierto o dormido.

Pero verdaderamente, cómo vivir el presente si éste se forma de un montón de momentos transcurridos, entiéndase, pasado, que sólo pueden ser observados recurriendo al recuerdo. Creo que el recuerdo es una droga, muy muy muy (demasiado) adictiva. Uno puede perderse en el recuerdo, uno puede morir en el recuerdo, que viaje más peligroso que el que en verdad ocurrió alguna vez. Debería de haber una ley en contra del recuerdo, o del uso moderado de éste ya que todos tenemso acceso a él y su mal uso puede tener consecuencias catastróficas tanto a nivel individual como colectivo; seamos hipotéticos, metemos a 10 personas en un salón, las dejamos interactuar libremente. A la semana los citamos y los forzamos a recordar lo sucedido: el poder de la mente podría provocar un deshilo entre la dimensión del tiempo y el espacio indescriptible.

Cuidemonos del pasado, vivamos el presente.
5-5

FE DE ERRATAS:
En mi entrada anterior escribi 29-5-cuando era 29-4